hay mujeres que no se olvidan,
las podemos meter en el baúl del olvido,
llenarlas de polvo y de mala memoria,
borrar sus recuerdos como quien borra una película,
botar los souvenirs que dejaron en nuestra habitación,
y aun así siguen presentes,
hay mujeres que no se olvidan,
podemos engañarnos diciendo que habrán otras mejores,
botar las sabanas donde nos hicieron el amor,
dedicarnos a la filantropía para olvidarlas,
o hacer cursos de piano o de saxofón,
y aun así nos siguen haciendo temblar,
hay mujeres que nunca se olvidan,
podemos irnos de viaje a Egipto o Pekin,
mudarnos a la mansión de Hugh Hefner,
comenzar una nueva vida con la Venus de Milo,
o hacer el amor con Madonna,
y aun así nos siguen cautivando,
hay mujeres que nunca se olvidan,
ni confesando nuestros pecados,
ni siguiendo los consejos de Walter Riso,
ni con una sesión de hipnosis hecha por Tusam,
ni con las heridas que nos dejaron,
siguen presentes en nuestra vida,
y lo peor de todo es que también en nuestro corazón.
LUIS RODRIGUES no se si te guste mi poema yo por mi parte me alegro en el SEÑOR.
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