Dice el maestro:
Escribe.
Ya sea una carta o un diario,
o unas notas mientras hablas por teléfono,
pero escribe.
Escribir nos acerca a DIOS y al prójimo.
Si quieres entender mejor tu papel en el mundo,
escribe.
Procura plasmar tu alma por escrito,
aunque nadie lo lea; o lo que es peor,
aunque alguien acabe leyendo lo que no querías.
El simple hecho de escribir nos ayuda a organizar el pensamiento y
a ver con claridad lo que nos rodea.
Un papel y un bolígrafo hacen milagros, curan dolores, consolidan sueños, llevan y traen la esperanza perdida.
La palabra tiene poder.
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